jueves, 29 de julio de 2010

Es solo un juego...


Y es que esto del amor no deja de ser un juego... En el amor, en todas sus acepciones, incluido el amor propio, todos jugamos a algo. De vez en cuando nos gusta dejarnos querer por nuestros amigos, por nuestros familiares, por las personas que tenemos alrededor. Nos convertimos en momentáneas víctimas esperando que ellos se desvivan por mostrarnos y demostrarnos su amor. Es un tira y afloja al que el ser humano está acostumbrado. Por que todo es un juego... Un juego en el que cada uno mide sus fuerzas, pone a prueba la amistad, el cariño o simplemente su atractivo. A todos nos gusta sentirnos especiales. ¿A quién no le alaga sentirse especial para otra persona? ¿Quién no ha tonteado alguna vez con alguien con el que sabe que nunca pasará nada pero frente al que siempre gusta sentirte atractivo? ¿quién no ha cruzado miradas con alguien que no te gusta en absoluto? Solo en ese instante en el que ves un brillo en los ojos que significa "estoy a tu merced", sonries y piensas "no me gusta, pero otra victoria...". También hay otros casos en los que ese juego es entre dos personas que saben que se atraen mutuamente pero que también son conscientes de que nunca traspasaran la frontera del tonteo. Una persona comprometida con la que coqueteas, un sano juego en el que los dos sabéis que nunca se va a traspasar una frontera. Un desconocido al que ves cada dia, al que sonries y te sonrie, pero no tienes el más mínimo interés en conocerlo y que se derrumbe el mito. Un amigo con el que tienes una complicidad brutal, con el que incluso hay cierto tonteo pero con el que nunca te arriesgarás a meter la pata. Pues eso, quiero pensar que todo esto es un juego... ¿inocente? No sé si inocente pero en esta guerra de momento o hay heridos, esperemos que siga así...
Y aqui un diálogo de Lugares Comunes que define todo esto:
http://www.youtube.com/watch?v=LBtP5XnAGB0&feature=player_embedded