viernes, 17 de febrero de 2012

De cuando los españoles gobernábamos en Alemania y nadie nos entendía

España y Alemania no se entienden. Ángela Merkel desconfía de nuestra economía y los españoles desconfiamos de la canciller. Hitler y Franco no se entendieron en Hendaya a pesar de que hablaban el mismo idioma. Parece que estos dos pueblos están condenados a un desencuentro eterno. 
Los españoles, cuando no entendemos algo, decimos que "nos suena a chino". Los alemanes usan la expresión "Das kommt mir spanisch vor", es decir "me suena a español". El origen de esta expresión, parece estar en la Historia.
Fernando I, emperador nacido en España
Todos conocemos la figura de Carlos I de España y V de Alemania. Sin embargo, es menos conocida la historia de su hermano, el infante Don Fernando, que siguió el camino inverso de Carlos. Ambos hermanos eran hijos de Felipe el Hermoso y Juana la Loca. Carlos nació en Gante donde fue criado por la familia de su padre hasta que fue proclamado rey de Castilla y Aragón. Fernando, en cambio, había nacido en España, donde fue criado por su abuelo Fernando el Católico, que hasta el último momento se pensó aquello de desheredar al mayor y nombrar rey al pequeño. Pero finalmente es Carlos quien reclama el trono. Llega a España sin hablar una palabra de castellano y rodeado de colaboradores, por cierto borgoñones y alemanes, a los que pretendía dejar al mando mientras él reclamaba la corona imperial. Los españoles no entendíamos la manera de gobernar de los alemanes y así lo señala un caballero castellano en las Cortes de la Coruña de 1520:
"Ahora ha vuelto a España la gloria que tiempos pasados estuvo dormida. Dicen los que escribieron el loor de ella que cuando las otras naciones enviaban tributos a Roma, España enviaba emperadores. Envió a Trajano, a Adriano y Teodosio y ahora vino el imperio a buscar emperador a España, y nuestro Rey de España es hecho por la gracia de Dios, rey de Romanos y emperador del mundo."
Finalmente, Carlos, comprendió que para gobernar un reino tan levantisco como el nuestro no podía hacerlo desde fuera y decidió quedarse a vivir entre nosotros. Para evitar a su hermano la tentación de  querer hacerse con la corona española lo casó con una princesa centroeuropea y lo mandó bien lejos.
Cuando Carlos I abdica divide sus posesiones en dos mitades: los reinos españoles para Felipe II, los alemanes para su hermano Fernando. Esta fue la manera en los caminos de ambos hermanos se cruzaron: el que nació en Gante acabó gobernando España y el que nació en España acabó reinando en Alemania. 
No fue Fernando I el único español que se hizo con la corona imperial alemana. Su hijo Maximiliano II se crió en Madrid con su primo Felipe II. También el sucesor de este, Rodolfo II se educó en la Corte española.
Al parecer, a estos tres monarcas se les escapaba de vez en cuando alguna palabra en español, lo que provocaba el desconcierto de la Corte. También había ocasiones en las que el emperador adoptaba una decisión que no era comprendida por sus ministros o los nobles alemanes, entonces también se usaba la expresión "Das kommt mir spanisch vor" (me suena a español) para señalar que esa decisión nunca la habría tomado un alemán.
Ahora las tornas han cambiado. Los españoles ya no decidimos nada en Alemania, sino más bien al revés, son ellos los que deciden por nosotros. Así que ya sabéis: si os echan del trabajo, si os reducen el sueldo o si  recortan vuestros derechos, siempre podéis decir "me suena a alemán".


Dedicado a mi prima María y a su familia, que son un puente entre España y Alemania, dos pueblos que hablan idiomas distintos, pero que están condenados a entenderse.