martes, 2 de noviembre de 2010

El Hombre es un animal político

Y Aristóteles sabía muy bien lo que decía cuando usó la palabra animal... ¿Los hombres y mujeres somos en realidad animales políticos? Si oimos lo que la gente dice a nuestro alrededor nuestra respuesta con rotunidad sería un No. Todo el mundo manifiesta estar desencantado con la política, asqueado, desengañado: "todos son iguales", "la política es una mierda", "lo único que quieren es trincar".
Pero afortunadamante no les oigo, sino que les escucho. Y más allá de sus frases hechas, de esos lugares comunes a los que todos y cada uno de nosotros hemos recurrido en alguna ocasión, lo que se esconde en nuestro interior no es un animal, es una bestia política...

Con solo mirar un poco a nuestro alrededor descubriremos diariamente miles de luchas encarnizadas por el poder. Negociaciones, pactos, dotes diplomáticas e incluso mociones de censura... Lo hacemos todos: en el trabajo, en la cola del supermercado, con nuestra pareja o nuestros amigos. Individualmente formamos un partido político, del que somos presidente, secretario general y coordinador a la vez. Respondemos únicamente a nuestros propios intereses e incluso las coaliciones que establecemos con otros partidos se someten únicamente a los criterios de una lucha por el poder.

"Si, en esta calle la negociación empieza al amanecer y no acaba hasta que alguien consigue exactamente lo que quiere"

Desde el amanecer a la noche e incluso cuando dormimos, estamos haciendo política. Alguien que intenta demostrar su fuerza ordenándole algo a otro. Un elegante coqueteo en el que ni siquiera estamos seguros de si queremos que llegue a ser algo más. Alguien que realmente si nos gusta pero ante el que nunca descubriremos nuestras cartas por miedo al fracaso. Buscar un aliado que nos sirva de apoyo en un momento de enfretamiento con otro. Encontrar un confidente en el que puedes dejar reposar tus secretos. Un enemigo que aún no nos queremos crear porque podría desestabilizar nuestra posición. Una sonrisa ante alguien que nos cae mal pero que puede facilitarnos nuestro trabajo. ¿Es que esto no son estrategias políticas?

"Zoon Politikon", el hombre es un animal político, es decir, que cada uno de nosotros tiene la capacidad innata para relacionarse socialmente. También para utilizar al otro, manipular, aparentar, disimular, tantear e incluso amar y odiar al mismo tiempo. Y si no somos capaces de todo esto, según Aristóteles somos o bestias o dioses. ¿Eres o no eres un animal político?

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