martes, 14 de mayo de 2013

España, diagnóstico: asesinato

"Entre todos la mataron y ella sola se murió" La España nacida de la Transición muestra la sintomatología de un moribundo. Ya son pocos los que se atreven a negar su carácter terminal. ¿Quién es el responsable de este desaguisado? ¿Los políticos? ¿la monarquía? ¿los sindicatos? ¿Merkel? Agatha Christie bien podría publicar una nueva versión de Diez negritos en 2013.

Comenzamos la semana con unos sondeos electorales que demuestran que algo se está moviendo en este país. Ese bipartidismo, que había funcionado como un reloj suizo durante los últimos 35 años, ya no da más la hora. Los ciudadanos han dejado de creer en un PP-PSOE que vive sus horas más bajas y comienzan a explorar nuevas recetas. IU y UPyD suben espectacularmente. El voto en blanco alcanza cotas hasta hace poco inimaginables.
Sondeo de Metroscopia para El País. Mayo de 2013.

Los partidos hasta ahora mayoritarios sufren una división interna sin precedentes. La propia maquinaria de la partitocracia oculta esa guerra fratricida que viven populares y socialistas, pero las evidencias no dejan de mostrarse ante nuestros ojos. A Esperanza Aguirre no le tiembla la voz a la hora de decir que el PP no tiene un problema de comunicación, sino de convicción, la convicción del ministro de Hacienda. El presidente gallego Núñez Feijoo tampoco se corta a la hora de criticar a sus compañeros de partido. Tanto más cuando han salido a la palestra unas fotos suyas con un narcotraficante hace más de 20 años. Unas instantáneas que salen a la luz en una coyuntura extraña, pasadas las elecciones. En un momento que parece pensado más que para beneficiar a la oposición, para truncar su carrera de ascenso dentro de su propio partido.
¿Quién filtró las imágenes de Feijoo con un narco?
El principal partido de la oposición está en un estado todavía más desastroso. Con un secretario general incapaz de ejercer algo que se parezca al liderazgo y la tibieza de quien quiere contentar a todos sin disgustar a nadie. La indefinición ha alcanzado cotas surrealistas en Cataluña, donde el juego de la "puta y la Ramoneta" puede llevar a los socialistas a la tumba.
¿Es posible la fragmentación de los dos grandes partidos? El futuro nos lo dirá. Algo que nos parece imposible en este momento quizás nos parezca normal en el futuro. No sería extraño que viviéramos una escisión de la derecha liderada por la rama más conservadora del Partido Popular. Tampoco sería imposible que las desavenencias catalanas llevaran al colapso socialista. 
Entonces, ¿qué podemos esperar del futuro? Seamos realistas. Asumámoslo.  No podemos seguir actuando como el protagonista de Psicosis y hacer como que no percibimos el insoportable hedor del cadáver de nuestra madre, España. La Democracia ha muerto, viva la Democracia. Reinventémosla. 
Si las previsiones que nos auguran los últimos sondeos se cumplen, ninguno de los partidos representados en el Parlamento logrará la mayoría necesaria para formar un gobierno.Quizás el escenario más recomendable sea un gobierno de concentración nacional en el que estén representados todos y que abra un periodo de reflexión constituyente que nos lleve hacia un nuevo periodo. Suena a ciencia ficción, pero el estado de emergencia nacional que vivimos nos hará vernos en esta situación  más tarde o más temprano. 

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